A la par del tiempo

Caminos de laberinto hacia un destino incierto. Viajo sin saber a donde voy, empaco una mochila de deberes, responsabilidades, deseos y caprichos. No viajo liviana, por eso me cuesta subir las colinas. Y hacia adelante me quedan mil escalones por subir, que parecen multiplicarse a medida que avanzo.


La felicidad es una constante, pero la sonrisa  es sólo a veces una protagonista. Hay días de sol que me sientan nublado. Hay días nublados que me llenan de sol.


Un abanico infinito de posibilidades que pisoteo mientras avanzo, nuevas chances que se despliegan. La mayor parte del tiempo no las se ver, reconocer, aprovechar. Quiero que me vean, que me valoren, que me quieran. Quiero querer quedarme en algun sitio, establecerme, o establecer que no voy a quedarme quieta. Pero tomar una decisión.


Hoy estoy viviendo una decisión que me costó concretar, y me cuestiono todo el tiempo si fue la correcta, sino no fui impulsiva. Al menos me servirá de aprendizaje, y volveré corriendo a los brazos de quienes me cuidan cuando esto termine.

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