sábado, 26 de junio de 2010

Dispersa

Prendí el sahumerio, la llamita comenzó a consumir el palito de aceite.... yo me entretuve con otra cosa, mientras lo sostenía con mi mano izquierda.

Cuando di vuelta la cabeza, el palito se había consumido hasta la mitad por la llamarada, y la ceniza cayó encendida sobre la alfombra.

Corriendo puse el sahumerio en un lugar seguro, pero me olvidé de la ceniza.

Se me quemó la alfombra. 5 visibles centímetros negros en mi alfombra gris topo. Todo mal... así no se empieza el fin de semana. Así no!

Pero bue, es lo que hace la torpeza, o mejor dicho, una mente dispersa que con facilidad se olvida de prestarle atención a lo que está haciendo...

4 comentarios:

eMe dijo...

Lo único bueno de esto, es que no te va a volver a pasar.

O eso esperemos!!!

Lúma dijo...

Ah en eso también nos parecemos...colgada me dicen!! y bueh pensá que cada vez q mires esa mancha en la alfombra t vas a acordar de prestar atención :)

Saluodos muchacha

Pable dijo...

Srta Malala: JAjajajajajjajajajajj

¿Te quemaste?¨

Besos sin cenizas.

Pable

johi dijo...

jajaja, época del año, no pasa nada.

Para la próxima, ya sabes.