Prince Charming

Prince era el chico perfecto cuando teníamos 16, un Backstreet Boy en potencia. Rubio, de ojos celestes y un Six Pack de envidiar. Iba a otro club, no al mismo que yo. Entonces nunca tuvimos mucha relación, casi nada la verdad, pero nos conocíamos.


Pasaron los años. Ya con 23, un día organizamos una previa con unos amigos de unos amigos (entre ellos Indie) y nos reencontramos, de casualidad, con Prince. Quedaba poco de aquel púber: seguía rubio, mantenía sus ojos claros, pero una chopera había ocupado el lugar de los ravioles.


Pegamos buena onda, se armó un grupo lindo. Y seguimos en contacto vía FB, organizando otras previas y salidas conjuntas, y otras veces nos encontramos por casualidad en la noche y nos quedamos hablando.


Prince hizo un trabajo fino para acercarse a mí. Pero nunca llegamos a nada.


Indie y Prince son amigos de la facu. Y yo vengo a ser un punto de discordia. Mis amigas se ríen cuando nos juntamos todos, porque ambos compiten por ver quien acapara más mi atención. Es una competencia silenciosa y sutil, pero visible y real. Yo mientras juego a hacerme la desentendida, y le rehuyo a ambos.

No es de histérica. La verdad es que la situación me incomoda un poco, y se me complica. Los dos me caen super bien, son re distintos y me llevo de maravillas. Me siento entre la espada y la pared, no quiero que las cosas cambien, no quiero que por una "calentura" o cosa de un momento, ya no podamos seguir hablando o pasándola bien en grupo como hasta ahora.

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Anoche fui al Casino* con Indie y unos amigos suyos del colegio. Después me llevó a mi casa y hablamos hasta que se hizo de día... No pasó nada. No puedo decir que no me dieron ganas. Pero rehuí. Lo quiero mucho y no da para que por una cosa momentánea se cague todo. Si es así, es preferible que sólo seamos amigos.... Pero no lo sé... Confusión! Más cerca del fin de semana, tendré una idea más clara de la situación.... O eso espero al menos.




Dudo haber sido clara con esta historia, fue un tanto catártica. Sepan entender!




*Para los desinformados, hace diez días abrieron un Hotel y Casino de super LUJO en la entrada de Rosario. Dicen que es el más grande de Latinoamérica. La verdad es que tiene muchas lucecitas y me mareó. Además, no me gusta apostar, asique fui de amuleto de mala suerte (cada vez que me paraba al lado de algún jugador, éste automáticamente perdía). Quizás vuelva a jugar una fichita al BlackJack la próxima...