Mientras veía a esos dos pseudo actores besarse apasionadamente, me asaltó un odio iracundo seguido de una pregunta existencial: Por qué en las películas los besos son siempre perfectos????
He comprobado con mucho disgusto que en la vida real, muy pocas veces uno se topa con un perfecto besador... pero más allá de ellos el mundo esta poblado de raras especies de besadores. Aquí voy a intentar hacer una listita con los especímenes que me han tocado en gracia...
El Mordelón: este era un especimen porteño que me crucé en un boliche de bariloche. Imagenense: viaje de egresados, fiesta de disfraces, alcohol, chico lindo, chica linda, besos... Y no fueron muchos besos la verdad, porque ya desde el primer momento descubrí que mi acompañante tenía una costumbre un tanto molesta: MORDÍA! y no era una mordidita cariñosa, ni dulce, era un mordiscón a lo rottweiller!! Hasta se ensañaba con mascarme la lengua como chicle! Aguanté algo así como tres besos y lo paré en seco:
"Me mordés de nuevo y te la devuelvo" - lo amenacé.
Pero se ve que mi cara de niña no era amenazante porque me mordió de nuevo! Entonces contraataqué:
"Me mordés de nuevo y me voy"...
Y me masticó el labio inferior como una porción de pizza, y entonces me levanté y me fui toda ofendida y sin dar explicaciones.
Un chasco! y lo peor es que es verdad...
La Licuadora (o el beso ventilador): primero piensen en una lincuadora y el movimiento de las aspas cuando está encendida, también sirve la metáfora del ventilador de techo... ese mismo movimiento que se están imaginando es el de la lengua de este chico que tuve la (des)gracia de topar. Era un amor de la infancia, habíamos sido compañeros de jardín y luego el se mudó a otra ciudad. Volvió triunfal en la adolescencia y no pasó desapercibido. Muchos meses de idas y vueltas, al final nos decidimos y nos quedamos juntos una noche. No había besado a tantos chicos a esa altura de mi vida y nunca me había pasado cosa semejante. Un solo beso me dejó la cara como si me hubiese lamido un gran danés. Puse una excusa inverosímil sobre la hora y nosequécuernos, y huí lejos de él.
Y lo peor vino después. Cada vez que me lo cruzaba el insistía en repetir nuestro encuentro: "Pero si la pasamos taan bien!" - me increpaba. Por favor... de más está decir que no volví a caer en esa trampa, y me gané su odio para siempre. Aun ahora, años después, me sigue mirando con desprecio... Como si a mi me importara!!!
La sopapa humana: no puedo alardear de haber estado con ningun famoso o famosillo... pero sí con un pariente de famosos: un hermano de una modelo y un futbolista. El chico en cuestión lo tenía todo: era lindo, carismático y le gustaba hasta a las baldosas del piso. Como era el amigo de un amigo, un día estabamos todos bailando juntos y se ofreció a llevarme a mi casa. Sí sí, hasta auto propio tenía. Llegamos a la puerta de mi hogar y se vino el momento de la despedida. Nunca me imaginé que alguien pudiese tener ese poder de succión en su boca, sumado a unas prolíficas glándulas salivales que me dejaron la cara hecha sopa. Salí disparada de ese auto como si me quemara el asiento: ni toda la belleza del mundo pudo retenerme ahí! Fue un chasco! Y lo peor es que nunca me animé a decirle: "Besas HORRIBLE!".
ya con estas tres anécdotas me doy por satisfecha en el día de hoy... ya vendrá otra entrega de esta enciclopedia del horror!
Espero sus historias ajenas!
2 comentarios:
Velocidad única: No importa que te esté lastimando o vos sientas menos que un anestesiado, no piensa cambiar el ritmo.
El que pellizca (esto no viene al caso, pero es igual de odioso): sin aclarar porque no hace falta, sólo que duele!
Saludos, me encantó lo que posteaste!
ya voy a ver de tenerlos en cuenta para la próx entrega!!
jaja graciass por el aporte!
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